31 diciembre 2008

POEMA ELEGIA AL DESENGAÑO

ELEGIA AL DESENGAÑO

Herida de tanto desengaño, presiento
Que la liberadora muerte se acerca
Para llevarse conmigo tan pesada carga.

Mi fe en los hombres decrece en la medida
En que auméntame capacidad de creer que
Solo existe la paz de Dios.

Mi corazón se niega a soportar tanta pena
Acumulada, el darlo todo sin recibir nada,
Querer nacer cada día a la esperanza, para
Morir en la tarde decepcionada.

Como Villena quise llegar a la nubes, pero
Mis alas fueron cortas.
Anhelé alcanzar lo supremo en la lealtad y
La justicia y solo encontré a mi paso desdén,
Hipocresía y falsedad.

He querido seguir al Maestro en las ideas,
Al Titán en la valentía, a Mariana en el
Coraje y el patriotismo.

Quise ser tan amorosa como la Madre Teresa
Con los huérfanos, enfermos, los oprimidos
Y esos que tiene el espíritu tan pobre, que
No saben cómo defenderse.

La tiranía y la opresión he aborrecido y he
Querido que los hombres sean justos como
Jesús, para encontrarme con Judas que besan
La mejilla y traicionan sin escrúpulos ni piedad.

He sido rebelde y bravía cuando la apremiante
Ocasión lo ha requerido. Le he salido al paso
A la cobardía, para combatir la injusticia.

Traté de ser crisol para depurar impurezas
Y me he encontrado bañada por ellas, hundida
En el fango, sin apenas darme cuenta.

La mentira y la falsedad me siguen como la
Sombra a mi cuerpo, aunque la rechace sin
Tregua en el tiempo.

He soñado seguir los pasos de los héroes con
Piernas de siete leguas y en el camino las
Piedras han destrozado mis pies y mis ilusiones.
Me he imaginado un mundo prefecto, donde impere
La plena igualdad entre los hombres y sólo han
Sido quimeras inalcanzables

Como la Avellaneda deseé escalar la cumbre de lo
Sublime, amante de lo imposible, sumida en un
Mundo da fantasía, para llenar el vacío.

Me embriagué en la sensibilidad de
Bécquer tan dulce y tan tierno,
Sumida en el éxtasis ante lo bello
Del amor y la naturaleza.

A mi paso encontré que las asperezas
De la vida laceraban mi alma de tanta
Incomprensión y olvido.

He visto como algunos me han utilizado
Para sus fines, sin importarles el daño
Que me hacían.

Me he sentido falsamente halagada por
Los que veían en mí el propósito para
Llegar a la meta que se habían propuesto.

Luego me han abandonado sin querer saber
Que todavía existo a pesar de tanta
Hipocresía.

Llega el ocaso irremediablemente, ¿qué me queda?
Un día soñar, otro llorar, para implorar al
Creador que aún así no me falte
La fe y la esperanza de un mañana mejor.

Santiago de Cuba
29 enero 2000

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