26 enero 2009

TRISTEZA

Tristeza honda, infinita me embarga,
No tengo sosiego al ver la injusticia,
Me duele la pena de los que sufren
Prisioneros por defender un ideal, su
Deseo de una vida mejor.
Sufro hasta lo indecible ante la impotencia
De no poder gritar esta verdad.
Mi alma se siente encadenada, soy un pájaro
Con las alas cortadas y el pico amordazado,
Para que no pueda volar al cielo a disfrutar
De libertad, para que no pueda cantar y alegrar
Mi soledad.
¿Puede un alma soñadora conformarse con esta
Cruel realidad?
¿Una amante de la justicia acepta esta ignomía
Impuesta en nombre de la ley?
No puede haber paz, ni alegría en el cóndor altivo
Si no se le permite alcanzar la alta cumbre y desde
Allí contemplar este mundo que sonó libre y hermoso.
No puedo quitarme este dolor de lo que quiere ser y
No soy, de lo que anhelo y no tengo, de lo que aspiro
Y no me dan, de este que ha consumido mi vida
En lo que puede ser y no soy, de lo que he sido capaz
De hacer y de lo que no he podido lograr.
Tristeza por querer darlo todo y no poder hacer nada.
Por sentirme con las manos atadas y el pensamiento
Prisionero.
¡No! ¡Mil veces prefiero la muerte ante que resignarme
A vivir sin libertad!

Santiago de Cuba
16 Agosto 1997

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