24 febrero 2009

REFLEXIONES DE HAYDEE RODRIGUEZ

La adversidad no me ha podido vencer, porque nunca ha sido más fuerte que yo.

Jamás he dejado de ser, porque nunca he renunciado a ser yo, cuando deje de ser quien soy, dejaré de existir, por eso defiendo mi propia identidad, mi manera de ser, si pretendiera cambiar, perdería la esencia de mi verdadero ser, la fuerza de mi personalidad y el respeto que me debo a mí misma.

Vivo consiente de lo que soy y de lo que hasta aquí he logrado, no me gusta fingir ni con el pensamiento, viva, despierta, dormida, soy yo, a nadie le debo lo que represento, ni me interesa parecerlo, o que otros crean lo contrario, soy la misma en la casa, la calle, un parque, sola, que con la multitud.

No lisonjeo a nadie, porque no agrada que me adulen, soy sincera como desearía que los demás lo sean conmigo.

Me gozo cuando puedo ayudar al necesitado, combatirla injusticia, atacar al opresor con los medios que poseo y que son la fuerza de mis ideas. Me siento feliz cuando les puedo gritar en pleno rostro su cobardía, demostrándoles que soy espiritualmente superior a ellos.

Me asquean los cobardes, los pusilánimes, los aprovechados, que por mantener sus privilegios, tratan de aplastar a los demás, a los traidores que por prebendas y míseros salarios venden su alma.

Finalmente vivo apegada a las promesas: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” “Del Dios y Padre nuestro sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Filipenses 4: 13 y 21.

Haydee Beatriz Rodríguez Rodríguez
Madrid
5 Enero 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario