28 septiembre 2009

COMO DULCES AVECILLAS

Quisiera ser un gorrión, tal vez un
Ruiseñor, para embriagarte con mis
Trinos desde las ramas de un hermoso
Árbol, en un tupido bosque, lejos de
Las miradas de intrusos e intrigantes.
Tú a mi lado, juntando ramitas para
Construir nuestro nido de amor,
Allí en las alturas, contemplando el
Cielo, la bella naturaleza, respirando
El puro aire de la libertad, lejos de
Opresores y malignos que con sus ondas,
Pretenden matar nuestra esperanza,
La gloria de poder compartir muy juntos
Esta hermosa vida, que se nos ofrece
Amplia y llena de un futuro luminoso.
Tú y yo, transmitiéndonos calor, amor,
Alegría de vivir en cada minuto que
Disfrutemos de nuestra mutua compañía,
Volaremos juntos al horizonte sin fin, en
Busca de esa paz que tanto anhelamos,
Para vivir siempre unidos, arrullándonos
Y amándonos más cada día.
En nuestro dulce hogar seré para ti como
Una linda campanita, alegre, luminosa,
Que alegrará para siempre todos los días
De tu vida.
¡Te lo prometo mi dulce y apasionado
Ruiseñor!

La Habana,
9 de mayo del 2007

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