01 diciembre 2009

ENCUENTRO CON LOS COMBATIENTES

Relato.

Después del acto de repudio de que fui víctima, el 27 de junio de l997, en el teatro de Educación Provincial, situado en la calle San Pedro entre Santa Rita y Santa Lucía, por un grupo de combatientes de la revolución, que algunos habían sido compañeros de la clandestinidad. Convocados por Martha Alvarez, que era la Presidenta de la Asociación de Combatientes de la zona, donde fui insultada y amenazada con quitarme las medallas con las que había sido condecorada en l987. (Este hecho fue divulgado ampliamente por el periodista independiente Ricardo González Alfonso, de la Agencia de Prensa Independiente Cuba Press, dirigida por Raúl Rivero Castañeda y condenado a 25 años de prisión en la causa de los 75 de la Primavera Negra de 2003)

Por todos los medios trataron de despojarme de lo que yo consideraba que me había ganado en la lucha clandestina desde el mismo 10 de marzo de 1952 a enero de 1959.

Una mañana se aparecieron en mi casa una pareja , decían ser de la Comisión de Historia de la casa de los combatientes municipal. Venían con la encomienda de recoger las condecoraciones. Sin preámbulos y con el genio que me gasto, les dije que para quitármelas había que matarme. La mujer, de la raza negra que acompañaba a un hombre mestizo, se paro del asiento y me respondió:- Nosotros no matamos a nadie.

Le manifesté: ¡Largo de mi casa, que aquí no se les ha perdido nada!

Cabizbajos se marcharon rápidamente, no habían podido cumplir su misión.

Esto continúo, los mensajes de Martha y otros combatientes, que por “mi bien, debía entregarlas,” junto con el carné, por el que había pagado 10.00 pesos m/n . Se prolongó hasta el mes de octubre, recuerdo que la isla era azotada por un ciclón nombrado Inés y llovía mucho, acompañado de fuertes vientos.

Tocó a mi puerta un hombre que venía en un auto Lada azul, solicitándome que lo acompañara, le pedí la identificación, me mostró un carné, era César Suárez, que venía a buscarme para una reunión en la Asociación de Combatientes Provincial, que estaba situada en el Reparto Vista Alegre (donde hoy se encuentra Inmigración Provincial)

Para más señas, este era un alto dirigente, se proclamaba también combatiente, desgraciadamente había perdido a su hijo muy joven, César Eduardo Suárez en la epidemia de dengue que padecía la ciudad,. Que era vecino de calle 2 número 4, del Reparto Sueño. Muy conocido en mi cuadra, había sido novio de Tania Fernández, vecina contigua a mi casa.

Sin ningún temor y con mi moral muy alta, me monté en el auto, él no pronunció una palabra en todo el trayecto.

Al llegar al citado lugar, me condujo a un salón con una mesa alargada y con los bordes ovalados, en ella, sentados, según pude apreciar, también combatientes del nivel provincial. Al frente, presidiendo el acto, el Presidente Provincial el Coronel Miguel Bustamante.

Este como presentación a los demás que no me conocían, les expresó : - ¡Miren, esta es la contrarrevolucionaria Haydée Rodríguez! Que dice que es Periodista Independiente y se dedica a desprestigiar la revolución por todos los medios a su alcance, habla para la emisora enemiga de Estados Unidos Radio Martí, nunca ha sido periodista, no ha sido más que una simple dependienta de una panadería.

Me paré del asiento y le grité:- ¡Te equivocas, yo no era la simple dependienta como tú señalas, era la hija de Saturnino Rodríguez Domínguez, el dueño de la Panadería “Titán” y si expones que soy una contrarrevolucionaria, es verdad, a esta no le debo nada, solamente sufrimientos, además yo no hice una revolución roja, sino verde!

Estas palabras lo enfurecieron y continúo insultándome. Por lo que no me quedó más remedio que decirle de frente a todos los presentes.- ¿Y tú quién eres? Se te olvida que mientras mis hermanos y yo nos jugábamos la vida, tú que decías ser nuestro amigo y no salías de la panadería, cuando ellos te invitaban a que te incorporaras a la lucha, le decías que a Batista no lo apoyabas, pero tampoco lo combatías y desde el 1 de enero de 1959 te volviste un revolucionario y te reunías con los llamados Jóvenes Rebeldes , en el potrero de al lado del tostadero de Café Pilón, que era un grupito que se colaron en el carro de la revolución, haz llegado a coronel, sin querer acordarte que a tu primo delator, que vivía en tu propia casa lo fusilaron con los 71, mientras nosotros por considerarnos traicionados por esta revolución nos retiramos por vergüenza y no quisimos seguir el rumbo que había tomado.

También se paró de su asiento con las orejas encendidas: - ¡Entrega las medallas y asunto concluido!

-¿A sí? ¿Para borrarme de la memoria histórica? Lo haré cuando tú entregues las tuyas, digo si alguna vez te las haz ganado.

Más iracundo aún dijo:- Esta reunión se a terminado. Todos abandonaron el salón, sin un comentario. El “Atento” César Suárez Calaña me llevó de nuevo a mi casa, al igual que el viaje anterior, sin dirigirme la palabra

Nunca nadie más se atrevió a querer apoderarse de lo que yo considero , con todo las calumnias que se han vertido sobre mi persona que me las gané a sangre y fuego y si esta revolución no es lo muchos soñamos, esta es la prueba más eficiente de que me las merecía, .

Memorias de una combatiente.

Madrid,
23 de noviembre de 2009

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