16 diciembre 2009

NO SABIA QUE HABLABA EN OTRO IDIOMA

Estampa santiaguera

Jorge Carlos está de vacaciones y se ha propuesto resolver algunos problemas pendientes de la casa.

Sale temprano y se dirige al Consolidado de Artículos Electrodomésticos, va directo a la recepción, allí una compañera conversa con otra, si vio lo que le pasó a Verena, la de la novela cubana “Tierra Brava”. Este trata de llamar su atención al verla tan desentendida y parece ignorarlo, le pregunta:- ¡Dígame! ¿Hay piezas para arreglar esta batidora?

La recepcionista continúa su amena charla imperturbable, no le responde.

Sale del establecimiento molesto. Va a la peletería ortopédica, a la primera dependienta que se encuentra le pregunta si hay zapatos para niños de la talla 17. Esta sin responderle le da la espalda y se va para el interior del local.

Para no discutir y que le suba la presión arterial, sale y cruza la calle y se dirige a la cafetería “La Cubana”, a un lado del amplio mostrador varias trabajadoras conversan animadamente.

Pregunta, no obstante qué se está ofertando. Nadie le responde

-Bueno, se dice, será que no me había fijado que la pizarra anunciadora de los productos a la venta está en blanco.

Sigue por la misma acera y se encamina hacia la óptica, en un escritorio se encuentra la recepcionista, receta en mano le pregunta:- ¿Sabe usted si hay esta medida de cristales? Esta al parecer se encuentra revisando unos papeles, aunque le repita la pregunta, ella se hace la desentendida.

Sale exclamando: - ¿Será posible?

Se acuerda que su esposa le dio una receta, para que pasara por la farmacia y le comprara un medicamento. Hay una larga cola, se queja, otra usuaria que debido a que han dejado esta sola farmacia para un área tan grande, hay que esperar tanto, que antes había una en la plaza de Dolores, la Grimany, estaba otra en Santo Tomás y la más popular: Bottino, ahora esta sola para todos los pacientes del Policlínico “Camilo Torres”, no es fácil.

Al ver que va a tener que perder mucho tiempo en la cola, se dirige hacia donde está la dependienta haciendo notas, previa la presentación de la receta indicada por el médico, con cuño, número y que pertenezca a esa área de salud. Pregunta:- Compañera, usted me puede hacer el favor de decirme si hay este medicamento o si está en falta, para no hacer esa cola.

Ella permanece imperturbable, recoge a nota y se va a la caja.

Ya muy molesto, se pregunta:- ¿Será cierto? - Nadie me entiende, parece que hablo en chino, voy a tener que aprender el español después de más de 40 años de haber nacido en este país.

Santiago de Cuba,
26 de abril de 2002

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