16 julio 2012

EL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE


 Siempre  he escuchado el adagio: "Las cosas son del color del cristal con que se mire" Todos tenemos la razón mientras que la realidad de los hechos nos demuestren lo contrario, por ejemplo:- una buen a parte del pueblo cubano justificó, aprobó y defendió el ataque al Cuartel Moncada  el 26 de julio de 1953, entre ellos alguien tan íntegro como Frank País y muchos de los  hoy  mantenemos el recuerdo de lo que fue la  lucha insurreccional, muchos  están muertos, otros olvidados. En ese ataque hubo según la prensa de aquellos días 39 o 43 fallecidos de ambas partes. (Periódico Oriente y Diario de Cuba). Cada uno sintió en carne propia la  pérdida de un familiar o amigo querido, ambos pensaron distinto, para unos  fue  un ataque criminal en la madrugada cuando  muchos dormían, otros que fue  un asesinato brutal a los que pudieron penetrar en el cuartel y ni uno  pudo salir vivo de la contienda. (Se dice de los combatientes del Moncada  a  todos los que detuvieron fuera del cuartel, incluyendo a Fidel y Raúl y después fueron juzgados) para  mi concepto y mi buena memoria, ninguno le tiró un chicharo, también tengo el  gran privilegio de haber sido testigo presencial, vivía en calle C   No. 2 entre Paseo de Marti y 2da. de  Sueño,  precisamente a escasos metros  de la fortaleza militar y desde las primeras ráfagas de tiro hasta el último pude ver el desarrollo de aquella desigual batalla.

Con muchas mentiras  y astucia Fidel y sus seguidores más cercanos idealizaron aquel hecho, tanto que  nos llenaron de fervor, quisimos ser el mejor ejemplo de lo que se llamó: -"La gloriosa generación del Centenario".  Luchamos a sangre y fuego contra el que nos  la había violado, para nosotros la Constitución de la República era algo sagrado y había   que derrocarlo costara lo que costara. Así fue, pero... ¿A qué conclusión  llegamos unos escasos meses después del gran error que  habíamos cometido cuando pudimos observar con  horror y desaliento el rumbo que tomaba esa revolución.? ¿Pensábamos  ya en esa fecha  igual?

Muchos nos opusimos por todos  los medios a nuestro alcance, muchos  fueron  a parar a las  cárceles, que desde ese momento se multiplicaron, otros a engrosar la larga lista de fusilados, otros  a  optar por el forzoso exilio ¿Otros?   A "Colarse en el carro de la revolución"  aprovecharse  de las ventajas que  les daba disfrutar de  las propiedades  ajenas, las buenas casas y riquezas creadas  con muchos  sacrificios y de las que  les fueron despojados, los  nuevos empleos creados, la supuesta  igualdad ¡Hasta las prostitutas  fueron elevadas a la categoría de señoras y compañeras! Ahora sus  hijas y nietas ocupan el lugar como las  modernas "Jineteras"

Los  que lo hemos perdido todo, nuestra dignidad (En el exilio hemos tenido que dejar atrás  nuestras costumbres, convertirnos de profesionales en simples lava platos u otras tareas no  menos dignas, pero humillantes) ¿Podemos pensar igual a  los grandes dirigentes y sus familiares más cercanos que  siempre   han vivido en la cúpula? ¿Esos hijos y nietos que  nunca han conocido de privaciones, de perder un vaso de leche  a los  7 años, sin juguetes, golosinas y  muchas veces  hasta de  lo más necesario para vivir  decorosamente? Esos que han gozado de tantos privilegios de espalda a   lo que es en realidad la vivencia día a día del pueblo cubano.

Otros que ya no son de esa cúpula, pero con el tiempo  se han abrazado a  intereses,  creados, otros por ser demasiado pusilánimes, por  un miedo que los corroe los huesos no son capaces  ni de expresar su opinión, otros despreciables lame botas, esclavos de su propia  cobardía que apoyan ciegamente a quien masacra a su propio pueblo y se lanzan a las calles a repudiar, maltratar e insultar a quienes  tienen el valor de manifestar sus ideas y oponerse abiertamente a un sistema  que sin respeto alguno a sus  congéneres se perpetúa  en el poder por tiempo indefinido.

Hay un punto tal vez  un poco álgido, pero que siempre  me ha motivado, son esos que se aprovecharon de “Esa magnánima revolución” Se fueron  a países extranjeros, estudiaron carreras, fueron ubicados en puestos elites y para mi concepto, esos son los verdaderos traidores, en el primer  puerto claudicaron, como un simple ejemplo:- Abel Prieto  escribió un libro  que  nunca tuvo el valor de publicar en Cuba y hoy transita por el mundo  señalando los defectos de esa “Madre Nutricia” de la que se alimentó durante tantos años, así  como  otros descendientes de grandes  dirigentes que  han desertado y repudiado a quien les dio todo sin escatimar recursos. ¿Piensan al igual que los que han arribado a tierras de  libertad arriesgando su vida lanzándose al mar y otras increíbles  hazañas protagonizadas en estos  años? ¿Pueden tener los mismos conceptos aquellos que después de padecer en las  mazmorras castritas han  logrado ver el sol de la libertad? Para ellos no  hubo valijas cuidadosamente preparadas, una cuenta bancaria esperando su llegada, despedidas apoteósicas, grandes recepciones y viajes a  lugares desconocidos y solo al alcance de los más poderosos. Con la incertidumbre de un futuro con pocas o ningunas oportunidades, dado su edad y enfermedades, incomprensión y desidia.
No es lo mismo, ni  parece igual, solo es del color del cristal con que se mire.

Madrid, 15 de julio de 2012

5.35 P:M:

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