En el amor disfrutamos
dulces momentos
De una efímera felicidad.
El alma se llena de
gozo delante de la presencia
De la persona amada, sentimos un sublime placer
Con solo tomarnos de las manos, mirarnos a los
Ojos en completa compenetración.
Olvidamos antagonismos y prejuicios y nos
Transportamos a lo más alto del cielo para en un
Apretado abrazo fundir en una nuestras vidas
Con la promesa de ser
por una eternidad.
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